«Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle» (Sócrates)
Hay un estudio que se titula de la siguiente manera: «la mayor causa de mortalidad son nuestras propias decisiones«. Dicho artículo intenta explicar que nunca en la historia de la humanidad tuvimos a la salud tan cerca de nuestra área de influencia.
Según esta línea de pensamiento, el estilo de vida se posicionaría como el determinante más importante para tener salud, pero la cosa es más compleja de lo que parece.
Dentro de los determinantes de la salud el estilo de vida saludable es el más individual y dependiente de la persona, pero el problema es que está fuertemente relacionado al aspecto ambiental y social, es decir el estilo de vida está condicionado por las condiciones de vida (enlace).
Los aspectos sociales, económicos y comunitarios pueden impactar negativamente en las decisiones que los individuos hacen respecto a su estilo de vida (estudio).
Por ejemplo, actualmente sigue muy extendida la idea de que las personas obesas tienen esa condición simplemente por tener mucho apetito y ser demasiado perezosos para hacer deporte. Ese tipo de comentarios e ideas solo consiguen hundir psicológicamente a los que sufren el problema. La obesidad y el resto de enfermedades crónicas no son solucionables a través del mantra «coma menos y muévase más».
Antes de explicar el motivo de por qué esto no funciona, vamos a desarrollar que son los estilos o hábitos de vida saludables y sobre que pilares se basan.
ESTILOS DE VIDA SALUDABLES
*Nota: Dentro de este apartado no adjuntare muchas referencias bibliográficas debido a que son temas que desarrollaré con más detalle en un futuro.
El estilo de vida es un patrón de comportamiento determinado individual. Dichos comportamientos pueden pueden ejercer un un efecto profundo en la salud de la persona. El estilo de vida se asocia a los hábitos de vida, los cuales pueden ser saludables o no saludables.
Dentro de estos podemos incluir la alimentación, el movimiento, la gestión de las emociones y el estrés, el descanso y otros menos conocidos.
La alimentación
El ser humano necesita comer a menudo para obtener de los alimentos la energía necesaria para funcionar, por ello intentamos comer varias veces todos los días de nuestra existencia. A esto hay que sumarle que hemos convertido el comer en un acto socio-cultural lo cual hace que esta acción esté motivada por algo más que sobrevivir.
Ante un acto tan repetido el elegir un estilo de alimentación saludable o no saludable marcará grandes diferencias en nuestra biología.
El movimiento
El movimiento nos permite obtener alimento pero también es lo que nos hace gastar esa energía que se ha conseguido. Esto hace que nos situemos en un equilibrio energético constante en el cual para poder funcionar necesitamos la ingesta continua de energía, la cual se gastará con mayor velocidad conforme más nos movamos.
El no moverse no es una buena estrategia, pues los tejidos no usados tienden a deteriorarse y perder funcionalidad.
El descanso
El descanso es el tercer componente fundamental respecto al metabolismo energético junto con alimentación y actividad física. Al igual que los anteriores nuestra salud depende de un correcto equilibrio de este factor, pues un exceso de descanso puede provocar falta de movimiento y un defecto de este provocará mayores necesidades de energía y problemas en la regeneración de tejidos.
Gestión de estrés y emociones
En este apartado englobamos todo lo relacionado con la psicología y las emociones personales. Como vimos en este artículo del blog, las emociones se pueden somatizar y nos pueden provocar problemas de salud. Además hay que incluir el aspecto social el cual puede complicar aún más todo lo relacionado con el sistema mente-cuerpo.
Otros
Otros aspectos de menor peso pero que pueden marcar una diferencia en la calidad de vida de las personas son:
- La higiene: El exceso de higiene puede ser igual o incluso más perjudicial que la falta de esta. Esto se debe a que estamos en simbiosis con una comunidad de microorganismos que se encuentra en nuestros intestinos, piel o mucosas y que influyen directamente en nuestra salud.
- La exposición a la luz solar: Debido al poder que las radiaciones solares tienen para ejercer efectos beneficiosos en los seres vivos. Por ejemplo producción de vitaminas, hormonas o regulación de los ritmos circadianos.
- La exposición a estresores: Esto se debe al efecto hormético, la exposición a pequeñas dosis de ciertos estresores puede hacer que el organismo se fortalezca como ocurre con las vacunas. Dentro de estos estresores encontramos algunos fitoquímicos de los vegetales, las condiciones climatológicas adversas o el ayuno. En los casos en los que estos estresores se consuman de forma crónica como ocurre con el alcohol o las drogas, el organismo enfermará de forma acelerada.
- El medioambiente y el contacto con la naturaleza: El simple acto de pasear por un paraje natural o incluso solo visualizar este puede influir positivamente en la salud (estudio).
LAS DIFICULTADES A LAS QUE SE ENFRENTA EL ESTILO DE VIDA
Si seguimos a diario unos estilos de vida saludables tendremos posiblemente una calidad de vida bastante buena, sin embargo ante esto se presentan 2 dificultades, una es la del conocimiento de lo correcto (en este caso la educación para la salud es fundamental) y la otra es que el ambiente nos permita poderlo llevar a cabo.
Que el entorno (lo externo) influye en cada individuo (lo interno) es algo demostrable desde un punto de vista biológico. La forma en que nos relacionamos con el ambiente es percibida por el sistema nervioso central, por nuestro sistema endocrino u hormonal y por nuestro sistema autoinmune y esto afectará al resto del organismo.
La educación
Como vimos en el anterior post, la educación en salud es fundamental para poder distinguir cuáles son los hábitos de vida más adecuados. La salud, el fitness o la alimentación son industrias muy poderosas y quizás por ello son de los campos en los que más mitos podemos encontrar. Parece que hay ciertos intereses en que las personas no sean responsables de su salud.
Por otro lado la sociedad también tiene parte de culpa pues el conocimiento está cada vez más diversificado y por ello si tenemos un problema que se sale de nuestra área de conocimiento preferimos delegar en otros. El problema es que confiar nuestra salud a los mensajes del marketing de las corporaciones puede salirnos muy caro.
El ambiente
En el artículo del entorno obesogénico vimos cómo las empresas alimentarias usan el marketing para vendernos los productos menos saludables y encima hacernos creer que consumirlos no implica ningún riesgo.
Otro ejemplo de esto puede ser tener dificultades para realizar actividad física debido a la inseguridad ciudadana, la falta de instalaciones deportivas o de subvenciones por parte de los gobiernos para crear ambientes adecuados para dichas necesidades. Es importante remarcar la palabra necesidad ya que en política puede verse la demanda de estos espacios como caprichos de las comunidades.
En otros casos las condiciones económicas y sociales no ayudan nada. Un ejemplo de esto es la teoría de las madres irresponsables, la cual dice que los casos de madres que prefieren dar golosinas a sus hijos en momentos estresantes o las que necesitan fumar para poder sobrevivir a la tensión laboral y doméstica o las que abandonan la lactancia materna por no perder el puesto laboral, son considerados actos «irresponsables» desde un punto de vista de salud, pero justificados debido a que es un mal necesario para poder mantener a su familia (estudio).
En el caso anterior hablamos de mujeres de bajos recursos, con bajo nivel educativo y con el único objetivo en la vida de sacar adelante a su familia. La solución a sus problemas no es solo dar consejos de hábitos de vida saludables.
Hay un gran artículo que resume muy bien todo este apartado, se titula «Cómo la experiencia se mete bajo la piel». Dicho título no quiere decir que bajo nuestra epidermis se acumulen las cosas vividas, sino que es una forma de explicar que toda interacción con el ambiente y las circustancias experimentadas puede afectar a nuestra salud. Además la experiencia vivida será determinante en nuestras decisiones actuales y por lo tanto en nuestro bienestar futuro. El artículo llega a decir que la experiencia ambiental se incrusta en la biología de los seres vivos sobre todo a edades más tempranas cuando el circuito neuronal se está desarrollando (estudio).
Por lo tanto la definición correcta de estilo de vida sería la de los comportamientos individuales condicionados por la interacción entre individuos, aspectos sociales y condiciones de vida.
CONCLUSIONES
Quitando los accidentes, las muertes en nacimientos y otros problemas relacionados con la calidad asistencial del sistema sanitario, el resto de causas de morbilidad y mortalidad son problemas de salud relacionados con las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra existencia. El problema es que no somos totalmente responsables de dichas elecciones y estamos muy condicionados por el entorno y la experiencia vital.
No culpemos a las personas de su mala salud, no las estigmaticemos, ayudémoslas y sobre todo creemos entre todos mejores entornos donde poder tener una mejor calidad de vida.